Hace un casi
un año que el dichoso virus nos está acompañando por estos lares.
A principios
del año 2020 tenía programados unos cuantos viajes que se han ido todos al
traste. Y me voy a atrever a enumerar para por lo menos ver todo lo que el
soñador tenía en la cabeza.
En abril con
las alforjas y bicicleta ir hasta el sur de Portugal para recorrerla de abajo a
arriba y luego vuelta a casa. Me iba a acompañar el tramo portugués otro
fanático de viajar en bici con alforjas. Chema de Santander. (que por cierto
hace 5 días que ha fallecido por culpa de un cáncer renal) Un duro golpe.
En mayo volvía
el camino con el grupo de andarines de Cullera para terminar el Primitivo que
se había interrumpido en Tineo.
Después
estaba previsto el continuar el Camino Aragonés con mi hija y las 2 nietas
francesas. Eran solo 4 o 5 días, pero ahí estaba la previsión.
Y ya a
primeros de Julio con los Afortunados teníamos reservados los hoteles para
hacer la Marmotte en 2 días.
Y ya en octubre
y en solitario hacer el camino Portugués a Santiago desde Lisboa.
No os
quejareis que este soñador no tenía buenos planes para el 2020.
Y eso sin
contar con las salidas con los andarines por los montes de los alrededores de
Cullera y en bici las de los Afortunados por la Comunidad Valenciana.
Y todos esos
sueños al traste por el dichoso bichito de las narices llamado la Covid.
Y ya estamos
en el 2021 y uno no se atreve hacer ningún plan ya que conforme está el
panorama, no puedo ni salir de la Comunidad Valenciana.
Así que los
planes serán sobre la marcha y de un día para otro. Si es que se pueden
realizar.
En cuanto al
otro tema que he comentado alguna vez es problema de la tensión arterial. Ya sabéis
que por orden el cardiólogo no puedo pasar de las 120 pulsaciones. Pues bien,
en la revisión anual me ha concedido incrementar el limite a 130 y eso hace que
vaya más tranquilo en mis salidas ciclistas. No va a ser todo malo este año.
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