Hace unos días y revolviendo unos papeles vi algo que escribí hace unos 40/50 años. No tengo la fecha e igualmente falta el final ya que no lo he encontrado. Pero me apetecía ponerlo, así que allá va.
LA UTOPIA Y LOS INTERESES CREADOS
Nos encontramos ante un pueblo, un pueblo costero, de su
naturaleza de marítimo será pesquero, pera además tiene unas bellezas
naturales. Como la mayoría de estos pueblos, tiene sus casas veraniegas
rodeando el mar, son edificios bajos, con anchas calles y enormes árboles. En
la arena barcas que descansan esperando el día siguiente para cortar las olas
que llegan a la orilla.
La gente del pueblo pasa algunos días en estas casas de
descanso. Todo es tranquilidad, el sol inicia su camino entre barcas, luego le
acompaña el panadero, el hielo y la carne en su venta ambulante. De vez en
cuando un coche rompe los rumos de las olas. Los niños salen a la plaza y
calles con un bocadillo en sus manos. Mas el sol continúa su ruta, todos
quieren refrescarse y algunas sombrillas se abren en la arena y pieles
temerosas se cobijan del sol. Castillos de arena surgen de vez en cuando, mas allá
un balón es motivo de distracción, el rumos de las olas ahoga algunas voces. Con
la comida todo llega a su calma con su zenit en la tradicional siesta.
Mas cuando el sol ya quiere irse, poco a poco, sillas y
butacas aparecen por las aceras, un aire familiar rodea el ambiente, la brisa
trae ese olor marino refrescante. Los niños merienda, la gente joven busca sus
diversiones.
Más el mes pasa y con él el calor. Y un año tras otro, todo
sigue su curso normal, no hay nada extraño. Las barcas siguen subiendo y
bajando al ritmo de los pescadores.
Pero ese año tras año cambia radicalmente ya todo empieza a
ser diferente. De pronto una casa es transformada en escombros y de estos salen
un pisos llamados apartamentos. Vienen a ocuparlos, son gente extraña, mas pronto
son asimilados. Pero no todo queda ahí, es la casa de fulanito la que de pronto
crece como un torrente en una tormenta. La vida cambia, nuevas avenidas nacen
abrigados por secos apartamentos, de los campos ya no crecen plantación alguna,
ya no se obtienen tomates, ni pimientos, ni melones, han surgido más
apartamentos. Supermercados, bares, restaurantes, clubs, casas de modas, más
bares, librerías, nace una nueva ciudad. Es otra vida. Al sol le cuesta pasar
por entre estos edificios, los coches cubren el pavimento como antes la sombra de
hermosos arboles. La persona se transforma en gente y esta en multitud, La semana
pasa lenta y segura, todos quieren que dure más.
En la hora del baño la arena no se ve, son escudos
multicolores y pieles tostadas, los castillos de arena no pueden levantarse, el
balón es desterrado, El griterío de la multitud oculta el canto del mar, las
olas ya no rompen ni lamen la dorada arena, todos se interponen en su camino.
Las antiguas barcas desaparecieron. El en calma es rasgado
por rápidas lanchas y lentos nadadores. El baño no termina con el almuerzo, se
aprovecha hasta el último suspiro del sol. La siesta desaparece, los coches
rugen y las motos no se quedan atrás, la brisa ya le cuesta más trabajo llegar
a su destino por fin el sol se retira después de un día arduo y duro. Con la
noche no llega la calma y tranquilidad. Los clubs se inundad de música y alegría,
los bares reparten sus múltiples tapas y bebidas. Nadie quiere retirarse, todos
quieren sucumbir hasta la ultimadora del día. Más el cansancio llega, el sueño
vence y mientras el panadero dibuja el alimento del días siguiente los mas
trasnochadores empieza a relajar sus músculos en la nube del sueño.
Por fin la noche descansa.
Hemos visto aquí un pueblo, un pueblo en su transformación
por el turismo, no sé si habré llegado a reflejar exactamente lo que ha
sucedido. Sin embargo me gustaría citar una serie de hechos que por su curiosidad
merecen su mención.
Para trazar una nueva ciudad o bien su ensanche, suelen
seguir un plan de urbanismo, más o menos bueno. Aquí también se trazó. Pero
cuando viene la aplicación y como era de esperar surgen los intereses
particulares por todas partes.
Las nuevas avenidas son más estrechas que las que se
construyeron hace 100 años. La antiguas estaban acompañados por edificios de 1
piso y jalonados por arboles. Pero las
nuevas, además de edificar bastante más alto no se ceñían a los planes . Qué
sistema utilizaban los constructores, pagar la ceguera de aquellos que debían hacer
cumplir las normas de urbanismo. Donde la altura de los edificios no debía
pasar de los 12 metros, se transformaban en 20por arte del constructor. Donde se
podían alcanzar los 20 se llegaban a los 30. D e esta forma se perdió el
control de la nueva ciudad veraniega.
En la mente de todos están los culpables pero se tarda un
poco para que pase ese estado al cuerpo judicial. La forma de operar todos ya
saben cómo se hace. Pero el mal ya estaba hecho.
Que ocurrió entonces, poco a poco fueron se llenando todos
estos apartamento. La población veraniega crece de un año a otro, pasando de
unos 30.000 los primeros veranos a cerca de 120.000 en los últimos. Quiero
decir esto que
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