viernes, 16 de septiembre de 2011

Añoranzas, sueños....

Cuando somos niños, jóvenes, vamos en los primeros hervores de la vida de una persona, todo son sueños.
Sueñas con hacerte mayor. Sueñas con esa compañera de clase que te ha cautivado y que quieres estar todo el tiempo posible con ella. Sueñas con terminar de formarte en una determinada especialidad laboral y que te de la posibilidad que otros determinados sueños se cumplan. Sueñas con ese coche, con ese viaje, con irte a solucionar los problemas del mundo con tu ayuda. Con formar una familia o no. Con poder vivir en ese lugar que siempre has tenido en tus sueños. Con trabajar en ese famoso bufete de abogados. Con ser el doctor que todos están esperando. Con ser ese deportista laureado y querido por todos. Con……..…
¿Innumerables los sueños verdad?
Pero pasan los días, las semanas, los meses, los años y que vemos. Algunos de esos sueños iniciales, siguen vivos y son el motor de tu actividad para seguir luchando por conseguirlos. Más ya empiezan a aparecer las primeras nostalgias, añoranzas de años pasados. Ya aparecen esos recuerdos de situaciones pasadas.
Recuerdas cuando podías jugar al futbol en plena calle. Cuando con cualquier artilugio montabas tus juegos con tus compañeros. Y me viene a la mente sobre que recordarán los niños que vi el otro día en una piscina. Estaban tres hermanos jugando en el agua. Llegado un momento los padres le dicen que se salgan ya que llevaban mucho rato en el agua. Pues bien cuando me doy cuenta veo a los tres, cada uno con su toalla, sentados y tapados totalmente para que la luz solar no entre hacia sus manos. Estaban jugando con maquinitas, cada uno con la suya. Para mi increíble pero cierto.
Y volviendo al tema, algunos recuerdos son incuestionables que no es posible volver a incorporarlo a tus sueños y que sirvan de locomotora de tu vida. Es posible que sean personas que han desaparecido de esta vida y por tanto es imposible físicamente volver tener vivencias. Otras es posible que hayan desaparecido por causas del devenir de cada uno, por sendas opuestas. Estas es posible que con el tiempo esa nostalgia la podamos convertir en sueños. Y lógicamente con la esperanza que algún día esos sueños se conviertan en realidad.
Como el tiempo va sucediéndose a una velocidad de vértigo, el departamento mental ubicando las nostalgias y añoranzas, se va haciendo cada día mayor. Por el contrario los sueños, cada vez son menores. Que no por ello menos importantes. Normalmente son sueños mas asequibles, vamos que casi te imaginas que ya estás en el.
Y no paras de analizar los sueños y nostalgias para poder trasvasar de un departamento a otro. Y te llega la noticia de que fulanito o fulanita, un cáncer, un accidente, un……ya no tiene sueños en esta vida. Y ello te hace recapacitar sobre cuanto hay que esperar para que tus sueños se conviertan en realidad. Lógicamente sueños realizables, no estamos escribiendo sobre los utópicos, esos son para otra época, donde ya no tengamos el soporte físico actual.
Y le das mil y una vueltas a ese sueño realizable para que encaje en tus días venideros. Lógicamente cuando en esas ilusiones apareces tu solo, o con alguien que vive ese mismo sueño, es por tanto mas realizable. El problema es cuando a tu alrededor existen factores que impiden que esa añoranza se convierta en sueños y luego en historia para contar. Aquí está el problema, sigues esa máxima de “vive el aquí y ahora, mañana es tarde” o sigues soñando para que sea el destino el que se encargue de ver si esas añoranzas se pueden plasmar en hechos.
Y ahora viene un aditamento nuevo, la edad. Es preciso ser joven para poder soñar con desear que los sueños se realicen. Lógicamente es que estoy pensando en sueños que mucha gente solo con insinuarlos, te dicen que estás loco, que si estás para encerrarte…..

Bueno la solución de algunos problemas que generan estos pensamientos, no tengo la solución, pero yo sigo soñando con ……….
Hale ahí os quedáis, me voy a soñar.