Parece se que esto se esta acercando a su finalización. Dentro de unos días llegaré a casa con mi paquete de tabaco. Mira que me ha costado conseguirlo, pero creo que todo aquello que pones, empeño, ilusión, sacrificio, entrega, lucha, tarde o temprano se logra.
Quien me iba a decir que esa salida amenazando lluvia el 6 de Marzo y casi 3 meses después aun esté pedaleando por estos mundos de Dios. Y el caso es que cuando explicaba en su día donde me iba, yo adelantaba que igual a los 10 días ya estaría de vuelta porque me había equivocado. Y si recordáis cuando llevaba menos de un mes y ya me ponía triste porque había pasado un tercio del recorrido. Imaginaros como me siento en estos días. Supongo que igual que el Cid cuando lo desterraron y pasaba por estas tierrucas. Me parece que me están desterrando de algo que considero que ya pertenece a sueños cumplidos y que no quiero olvidar.
Como cuando llegue a Cullera, no tendré mucho tiempo para escribir, pues tendré que atender a TVE, CANAL 9, CNN, CANAL +, eso de los canales de televisión, luego la prensa escrita que no quiero recitar a todos, emisoras de radio. Bueno que os voy a contar que no sepáis ya vosotros.
Con ello quiero repasar lo que ha sido este viaje.
En cuanto a las inclemencias meteorológicas, he tenido mucha suerte, de momento. Pues que en tantos días solo 2 haya tenido realmente agua y nieve, pero encima era al final de la jornada. El viento si pero es soportable.
La Pendeja se ha comportado como una jabata, necesita ya un repaso pero ya le he dicho que le falta poco.
Mi cuerpo como ya sabéis al principio sufrió un ataque sorpresivo de unos piedrolos en la rodilla. Luego los mentados sabañones por el frío. Y por último los pies de hacerlos trabajar tanto, sobre todo al principio. Hubo mucha cuesta ese primer mes.
Pero todo eso en la segunda parte pasó al baúl de los recuerdos.
En el aspecto mental, yo distribuiría el viaje en 4 tramos.
El primero hasta llegar a Sanlucar de Barrameda. En este periodo la Pendeja era mi consuelo, mi ayuda y mi mismo. Quitado de algún tramo, todo montaña y soledad que acepte y asimilé muy bien. En ningún momento me dieron ganas de dar la vuelta.
El segundo es hasta la llegada a Oviedo. En este tramo que lleva por la Vía de la Plata hacia Santiago, la compañía ya es un aditivo diario. En los albergues coincides con los mismos y efectúas tramos conjuntamente. Se convive mucho y eso que no es una ruta muy frecuentada pero así y todo es difícil ir solo.
El tercero ha dido la bomba. Desde Oviedo hasta el destierro desde Burgos.
En este tramo ya explotaron los acontecimientos sin parar. Empezando por la reunión en Asturias de unos extraordinarios amantes de la bicicleta y que encima son buena gente. Continuamos por el paso por San Sebastián, entrañable. Lo de ver a mi hija y nieta se supone que es la obligación, pero llevo a conocer a gente de ese país. Seguimos por los días de la Rochelle, ya sabéis lo que paso por allí. La visita a Bayona-Biarritz con los detallados encuentros. Los relevos con L en Bilbao Santander Unquera con su paréntesis en Burgos. Que más se puede pedir a un viaje como este.
El cuarto lo termino de empezar al encontrar el paquete de tabaco. Vuelvo como lo empecé en solitario y mi Pendeja. Como los recorridos son por carreteras muy poco transitables, te va dando tiempo para darle vueltas a todos los acontecimientos pasados, clasificándolos, ordenándolos, maquetandolos, peinandolos….
Si ya sé que aun me queda una semana de viaje más o menos.
Lo que si quiero resaltar ya como final, es que hay 3 acontecimientos, hechos, personas, que solo vivir uno de ellos, con solo uno, ya valdría la pena volver a efectuar todo el viaje. No sé si los que han intervenido leerán esta epistolar, pero si lo hacen me imagino que se darán cuenta que los digo por esas personas.
Y para despedirme dar las gracias a todos los que me habéis empujado cuando a lo mejor lo necesitaba, unos con comentarios, otros porque sé que estaban ahí leyendo mis rollos patateros como este.
Gracias, gracias y gracias a todos.
