jueves, 10 de julio de 2014

Marcha numero 1 0 0

Publicacion que estaba en borrador, no sé porque.
Hace unos días he vuelto de la excursión por los Alpes franceses. Allí tenía programada 3 marchas cicloturistas. La Vaujany, Prix de Rouses y la Marmotte. En principio la Vaujany iba a ser la que tendría el honor de ser la marcha con la que cumpliría el centenar de marchas. Pero la climatología y mis precauciones con el agua me hicieron anular las dos participaciones primeras. De esta forma tuvo el honor de ser la que iba a cumplir con el evento casualmente la que he completado 11 veces seguidas desde que en la primavera del 2004 me inicié en este mundo de las marchas cicloturistas.  Y claro aunque lloviese o no iba a estar en la partida de la MARMOTTE.
Además este año después de la inscripción me habían asignado un dorsal muy alto. Eso llevaba consigo el tener la salida a las 7h 50’ . Los primeros 2.000 números salen a las 7h, del 2.000 al  4.000 a las 7h 30’ y del 4.000 al más de 8.000  a la hora antedicha.
Claro eso no me gustaba y curse un correo electrónico a la organización y me asignaron un número que tiene un cajón de salida especial el número 95.


 Por primera vez pude ver la salida de los primeros y los acompañe durante unos metros. 


Lógicamente en los primeros kilómetros me venían a la mente todas esas anteriores marchas que han ido sumando para poder llegar a los 100. Recuerdas todos esos momentos alegres de ir cubriendo metas que te pones al principio de cada año, desde ese 2007 que complete 16 a las que he efectuado con menos preparación por los atropellos sufridos. O también el 2010 año que inicié este blog y que solo acudí a la QH y a la Marmotte.
También te acuerdas del año que intenté conseguir el diploma de oro. Y recuerdo perfectamente los últimos kilómetros de la subida a Alpe d’Huez.  Tenía que llegar en menos de 10 horas 3’.  Yo iba controlando para poder llegar en ese plazo. Pero me empezaron a entrar las dudas por si me había equivocado en medir el tiempo. Ello me hizo que las piernas no sintieran el cansancio y aumentaran el ritmo y el corazón fuera al límite permitido para poder hacer los 3 últimos kilómetros. Al final pare el reloj y esperé a ver el tiempo oficial. El mismo rezaba 10h  00’  15 ‘’. Lo había conseguido, me sobraron casi 3 ‘. Brevet de Oro en el 2009. Misión cumplida ese año.


A partir del año que viene y debido a la edad creo que solo por el hecho de terminarla ya tienes Brevet de oro, pero lógicamente eso es una historia para el año que viene.
Y volviendo a esos recuerdos vienen esos momentos dramáticos de la primera Marmotte. Llego a Valloire donde está un avituallamiento. Por un fallo no había cogido dinero, el estomago me estaba reclamando comida a gritos. Mi falta de experiencia ese primer año tampoco llevaba barritas y nada parecido. Y el Galibier esperando y yo sin comida, creía que el avituallamiento me lo había pasado y no me había dado cuenta. Veía a ciclistas que se iban a buscar agua a las fuentes de las viviendas junto a la carretera. Yo pensaba, a estos le ha pasado lo mismo que a mí. Empiezan ya algunas cuestas y yo con las paredes del estomago pegadas.  Pero de repente se hace la luz. Allí veo unas carpas y muchos compañeros de fatigas moviendo los mofletes. Qué alegría. Lo primero que divisé fueron unos triángulos de queso camembert y trozos de pan, baguettes del que me gustan a mí. Como los devoré, desde entonces soy un devoto consumidor de este tipo de queso. Lógicamente que contento subí el Galibier.
O bien esos momento duros de un calor insoportable, subiendo por pendientes  al 10% y uno que va a tu lado que ve por la camiseta que soy de Cullera y dice “con lo bien que podríamos estar tomándonos una cervecita fresquita en la playa” y yo contesto que efectivamente, pero que hemos pagado una inscripción para sufrir y eso es lo que tenemos.
O aquella que te encuentras con una granizada que golpea tus manos y que no puedes quitar del manillar.

O aquella que encuentras a alguien que quiere hacer una buena marca y le ofrezco la compañía para la parte en la que le puedo taparle el aire. Y me siento complacido cuando al terminar me da las gracias.
Y otros muchos recuerdos que han enriquecido y aumentado mis añoranzas de las marchas cicloturistas.
Este año no sé si podré acudir a alguna más, pero la bici por estos contornos seguro que me ven.


I eso ha sido todo en mi marcha numero  100.
Otro día más.

martes, 17 de junio de 2014

Unas letras de hace tiempo

Hace unos días y revolviendo unos papeles vi algo que escribí hace unos 40/50 años. No tengo la fecha e igualmente falta el final ya que no lo he encontrado. Pero me apetecía ponerlo, así que allá va.




LA UTOPIA Y LOS INTERESES CREADOS

Nos encontramos ante un pueblo, un pueblo costero, de su naturaleza de marítimo será pesquero, pera además tiene unas bellezas naturales. Como la mayoría de estos pueblos, tiene sus casas veraniegas rodeando el mar, son edificios bajos, con anchas calles y enormes árboles. En la arena barcas que descansan esperando el día siguiente para cortar las olas que llegan a la orilla.
La gente del pueblo pasa algunos días en estas casas de descanso. Todo es tranquilidad, el sol inicia su camino entre barcas, luego le acompaña el panadero, el hielo y la carne en su venta ambulante. De vez en cuando un coche rompe los rumos de las olas. Los niños salen a la plaza y calles con un bocadillo en sus manos. Mas el sol continúa su ruta, todos quieren refrescarse y algunas sombrillas se abren en la arena y pieles temerosas se cobijan del sol. Castillos de arena surgen de vez en cuando, mas allá un balón es motivo de distracción, el rumos de las olas ahoga algunas voces. Con la comida todo llega a su calma con su zenit en la tradicional siesta.
Mas cuando el sol ya quiere irse, poco a poco, sillas y butacas aparecen por las aceras, un aire familiar rodea el ambiente, la brisa trae ese olor marino refrescante. Los niños merienda, la gente joven busca sus diversiones.
Más el mes pasa y con él el calor. Y un año tras otro, todo sigue su curso normal, no hay nada extraño. Las barcas siguen subiendo y bajando al ritmo de los pescadores.
Pero ese año tras año cambia radicalmente ya todo empieza a ser diferente. De pronto una casa es transformada en escombros y de estos salen un pisos llamados apartamentos. Vienen a ocuparlos, son gente extraña, mas pronto son asimilados. Pero no todo queda ahí, es la casa de fulanito la que de pronto crece como un torrente en una tormenta. La vida cambia, nuevas avenidas nacen abrigados por secos apartamentos, de los campos ya no crecen plantación alguna, ya no se obtienen tomates, ni pimientos, ni melones, han surgido más apartamentos. Supermercados, bares, restaurantes, clubs, casas de modas, más bares, librerías, nace una nueva ciudad. Es otra vida. Al sol le cuesta pasar por entre estos edificios, los coches cubren el pavimento como antes la sombra de hermosos arboles. La persona se transforma en gente y esta en multitud, La semana pasa lenta y segura, todos quieren que dure más.
En la hora del baño la arena no se ve, son escudos multicolores y pieles tostadas, los castillos de arena no pueden levantarse, el balón es desterrado, El griterío de la multitud oculta el canto del mar, las olas ya no rompen ni lamen la dorada arena, todos se interponen en su camino.
Las antiguas barcas desaparecieron. El en calma es rasgado por rápidas lanchas y lentos nadadores. El baño no termina con el almuerzo, se aprovecha hasta el último suspiro del sol. La siesta desaparece, los coches rugen y las motos no se quedan atrás, la brisa ya le cuesta más trabajo llegar a su destino por fin el sol se retira después de un día arduo y duro. Con la noche no llega la calma y tranquilidad. Los clubs se inundad de música y alegría, los bares reparten sus múltiples tapas y bebidas. Nadie quiere retirarse, todos quieren sucumbir hasta la ultimadora del día. Más el cansancio llega, el sueño vence y mientras el panadero dibuja el alimento del días siguiente los mas trasnochadores empieza a relajar sus músculos en la nube del sueño.
Por fin la noche descansa.
Hemos visto aquí un pueblo, un pueblo en su transformación por el turismo, no sé si habré llegado a reflejar exactamente lo que ha sucedido. Sin embargo me gustaría citar una serie de hechos que por su curiosidad merecen su mención.
Para trazar una nueva ciudad o bien su ensanche, suelen seguir un plan de urbanismo, más o menos bueno. Aquí también se trazó. Pero cuando viene la aplicación y como era de esperar surgen los intereses particulares por todas partes.
Las nuevas avenidas son más estrechas que las que se construyeron hace 100 años. La antiguas estaban acompañados por edificios de 1 piso y jalonados por arboles.  Pero las nuevas, además de edificar bastante más alto no se ceñían a los planes . Qué sistema utilizaban los constructores, pagar la ceguera de aquellos que debían hacer cumplir las normas de urbanismo. Donde la altura de los edificios no debía pasar de los 12 metros, se transformaban en 20por arte del constructor. Donde se podían alcanzar los 20 se llegaban a los 30. D e esta forma se perdió el control de la nueva ciudad veraniega.
En la mente de todos están los culpables pero se tarda un poco para que pase ese estado al cuerpo judicial. La forma de operar todos ya saben cómo se hace. Pero el mal ya estaba hecho.

Que ocurrió entonces, poco a poco fueron se llenando todos estos apartamento. La población veraniega crece de un año a otro, pasando de unos 30.000 los primeros veranos a cerca de 120.000 en los últimos. Quiero decir esto que 

jueves, 10 de abril de 2014

El Camino de Santiago y el Manue

El Camino de Santiago y el Manue. Mi primer contacto con el Camino de Santiago fue allá por los años 92 cuando hacía 500 años que Colón descubrió América. En aquella época mi mundo deportivo era el tenis y el windsurf. Por tanto el mundo de la bici en ningún momento se me ocurría practicarlo. Pero la familia se embarco, bueno se bicicliteo para hacer el Camino de Santiago, desde Burgos. Sobre 20 familiares y algún amigo se juntaron a ello. De mi casa mi hija la más pequeña se unió al grupo. Y mi hijo se acerco a Santiago en coche para devolver al personal a casa. Desde esa fecha oía, veía, me comentaban que si tal o cual habían hecho el camino y que todos volvían un poco enganchados. Yo como sabéis en marzo del 2010 me cicle para ir a por tabaco. Y claro una vez puesto pues fui desde Sanlúcar de Barrameda a Santiago, recorriendo el Camino de la Plata. Después mas o menos el Camino del Norte pero al revés. Claro también me engancho. En abril del 2012 saque a la Pendeja y le dije al Camino Francés. Y pensado y hecho. Fui a Pamplona en autobús. Me acerque a Roncesvalles y ale en 10 días hecho. Tuve la mala programación de tener el billete de avión para volver y eso no me gustó. Eso de tener que hacer las etapas siempre pensando en llegar al avión no es nada agradable. Una no más. Como siempre por el camino siempre encuentras compañía si quieres, tienes la soledad que necesitas en cada momento. Y cuando terminé ya estaba pensando en el siguiente.
El siguiente contacto fue diferente. Era octubre del 2012. En esa ocasión participamos, mi mujer Pachi (alias la rubia) y mi hermana Vicenta. Yo voy con la furgoneta como apoyo. La salida es desde Saint Jean Pied de Port.
Yo efectuó el traslado de las mochilas hasta el albergue destino y luego voy en sentido inverso hasta el encuentro. Superaron con creces la falta de preparación y sobre todo el primer día en el que se atraviesan los Pirineos. La Rubia, en todas las etapas pone el turbo. A mi hermana algún día tiene problemas con el tobillo y tiene que descansar, lleva entonces la furgoneta y yo hago el recorrido a pie. Todo fue muy bien hasta que la rodilla de la rubia peto. Derrame sinovial que le impide siquiera apoyar el pie. Lógicamente se toma la decisión de dejarlo el resto para otra ocasión, hemos llegado a las puertas de Burgos. En abril del 2013 decidimos terminarlo, pero con bicicleta. Para ello habilito la Pendeja con la carga correspondiente y mi mujer con la suya aunque con poca carga. Lógicamente ella no está acostumbrada.
Pero me llevo una sorpresa por el interés que le pone. El problema es que en cuanto la pendiente llega al 6/7 % va más aprisa empujando la bici. Así que se puede decir que el camino lo hizo en bici y a pie. Pero se consiguió. Y como ya sabéis todos lo que han efectuado el camino, como esto engancha, ya estamos programando para hacer el Camino por Portugal. Pero lógicamente eso es otra historia. Aunque como ya entenderéis es una excusa para sacar a pasear a la Pendeja, que no para de decírmelo.